El 2025 ha marcado un punto de inflexión en los mercados internacionales. La caída de los bonos del Tesoro estadounidense y una depreciación del dólar del 8% han generado un escenario inestable. Esta situación, impulsada por la política de aranceles masivos del presidente Trump, ha llevado a los inversionistas a buscar seguridad en activos más sólidos y confiables.
En este contexto, el oro ha emergido nuevamente como el refugio por excelencia. Su precio alcanzó un récord histórico de 3.500 dólares por onza este 22 de abril, consolidando su papel como activo clave en tiempos de turbulencia económica. El metal precioso demuestra ser no solo una inversión, sino una protección real frente a la volatilidad global.
Para Bolivia, país productor de oro, este auge representa una oportunidad invaluable. En Katanani, reafirmamos nuestro compromiso con una minería moderna y responsable, que aprovecha este momento histórico no solo para crecer, sino para transformar el desarrollo económico nacional desde la sostenibilidad y la ética.
